miércoles, 8 de mayo de 2013

divagaciones



Ves a la gente sonreír, pasar a tu lado sin mirarte, mientras tú te sientes invisible a los ojos de todos. Has escuchado tantas veces deberías superarlo, ya han pasado años. Pero como se hace eso. Como se hace para que una herida tan profunda vuelva a sanar. Aquella herida que has tenido escondida durante 20 años. Y cuando hablas de ello tienes que soportar escuchar suspiros, como si ya les agobiaras, como si volver a hablar de ello les dañara, como si les cansara escucharte.
Pero luego está la otra parte la que te dice, deberías hablarlo, deberías tratarlo, tienes tantas cosas por las que sentirte orgullosa. Pero tú lo único que quieres es gritarles, no quiero hablar, por que hablar significa dolor, que se hace realidad, aquello que tanto temes, que los monstros de debajo de la cama vuelven a salir, que aquel hombre vuelve a estar en tu habitación.
Abusaron de mi varias veces. La primera vez no me acuerdo tendría unos 2 o 3 años. Era el padre de mi mejor amiga de entonces, el cual abuso de mi hasta que tuve unos 8 años que es cuando se volvieron a ir a Alemania. Los episodios se repetían cada vez que venían de vacaciones o yo iba a su casa. Sé que me violo, varias veces, pero no me acuerdo casi. Solo de la sensación, de su olor que aun hoy en día me da nauseas, una mezcla de tabaco de pipa y vino. Al no recordarlo a veces me creo la ilusión de que no fue real, que solo es mi imaginación macabra.  A los 14 años me violo un tío en las fiestas de mi pueblo, me dejo embarazada, por suerte tuve un aborto natural a los pocos meses, nunca se lo conté a nadie.  De los 16 a los 18 sufrí abusos reiterados de un hombre de una asociación en la que estaba de voluntaria. Aun me pregunto por qué no deje de ir, pero no tengo una respuesta a ello. Creo que fue la incapacidad de decir que no, la sensación de que yo me lo merecía, de que no valía para nada mas estaba siempre presente, y hay días que aun lo está. No sé si otro hombre viniera a buscar de mi sería capaz de pararle, no sé si le diría que no. No soy capaz de poner límites, no sé decir NO. Me da miedo, siento que si lo digo el dolor será peor.
Solo sé que sigo queriendo meterme dentro de ese refugio que me cree a mi alrededor para dejar de sentir, pero aquí estoy no sé ni que escribo. Estoy estudiando Psicología y sé que debo hablarlo, se que debo tratarlo pero en vez de eso he dejado la terapia, porque me da terror mirar a mis mounstros de frente.
Realmente lo olvide todo, hasta que hace pocos años poco a poco los recuerdos encontraron resquicios a mi alrededor para invadir mi mente, sin que yo comprendiera. Es verdad que siempre me sentí extraña, como si mi ser no estuviera completo. Sentía que no valía nada, que no merecía ser querida.
Mi primer recuerdo fue de que cuando era pequeña jugaba a hacerme daño a mí misma, no entendía por qué lo hacía, empecé averiguar el por qué en mis recuerdos, y vi su cara, vi a un hombre diciéndome “iré a tu pueblo y me casare contigo”, me asuste de mi propio recuerdo y cerré la ventanita que había abierto. Y cree una nueva imagen donde mi madre venia y me sacaba de allí diciendo que no quería que ese hombre se acercara a mí, pero sé que eso no paso, se que el padre de mi amiga me “presto” a ese hombre.
Escucho el  “eres fuerte”, “eres una superviviente”, pero mi pregunta es ¿y que debía hacer?, me enseñaron caminar siempre a no pararme.
Mis padres no saben nada de esto, nunca se lo he dicho, y tengo la sensación de que tantos años después ya no debería decírselo, ¿para qué? Creo que solo les haría daño. Escucho por muchas partes que mis padres deberían saberlo, pero no quiero decírselo, y creo que eso es mi elección no de nadie más. Pero mis padres son buenos padres y no dejare nunca a nadie decir lo contrario. No lo sabían a pesar de que ese hombre me dijera que si lo sabían, que ellos querían que el lo hiciera, para castigarme por no ser buena.
No paro de sentir la increíble necesidad de romper a llorar, pero no me lo permito, no me lo he permitido nunca, no dejo que mi dolor atraviese esa barrera. Creo que cree tal coraza que nunca dejo que el dolor se valla ni tocarme se queda hay estancado entre mi mente y mi ser.  
Debería haber aprendido con todo esto que no todos son buenos, pero hasta otro golpe con un caso de bullying no aprendí a aceptar que mi instinto me quería proteger. A veces me pregunto si no soy yo quien persigo a gente que me va a dañar, si no soy yo quien lo busco.
Hoy en día tengo un gran apoyo a mí alrededor, pero aun así a veces me siento fuera de lugar, como si estuviera dentro de una burbuja de cristal donde no pueden alcanzarme, y me alejo de ellas aun que estén sentadas a mi lado.
Cuando sacan el TEMA me asusto, me duele la cabeza, hiper ventilo, y me entra sueño. Si sueño es una defensa que me cree desde pequeña cuando algo me dolía.
Llevo tiempo sin poder dormir bien, tengo temporadas en las que duermo y descanso, pero son pocas. Ahora llevo días sin dormir bien a las noches me asaltan pesadillas, y aun que no las recuerdo me queda la cesación además de que me despierto como si me hubieran dado una paliza, y enredada en mis sabanas. Pero aun así me paso el día queriendo dormir para no pensar, para huir.  
Nunca pensé que terminaría escribiendo como me siento, y menos publicándolo. Pero es como si me quitara parte de esa mochila de piedras que llevo encima.

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