Ha veces cuando cierro los ojos, me veo al final de un largo
pasillo esperando aterrada, si miro para delante veo la puerta de la habitación
de una puerta negra. Me da miedo y solo quiero salir corriendo. Pero me
paralizo de miedo. Me aterro me siento como la niña pequeña que sabe que si va
a esa habitación le dañaran.
Siempre le he tenido miedo a esa habitación, siempre he visto
como los monstruos de mi vida aparecen en ese lugar, como cada noche en ese
cuarto fueran una pesadilla continua.
Si me doy la vuelta le veo a el, veo a ese hombre, a
acercarse, yo me aterro mas y me paralizo en el lugar. Pero sigo sin verle la
cara. Solo me acuerdo de su olor, de su repugnante olor.
Pero lo peor es que cuando abro los ojos aun siguen ahí, esta
vez es otro, de él si me acuerdo la cara, me acuerdo de su mirada, de su
sonrisa, de su cara de placer. De su sabor, de ese asqueroso sabor. De las
nauseas. De cómo iba a su casa para que me dejara jugar con su hija, y como más
de una vez me terminaba durmiendo en su cama.
Su mujer me cuidaba desde bebe, mis padres trabajaban y ella
era mi niñera, yo solía pasar todo el día en su casa.
Duelen los recuerdos, duele no tener que estar dormida para
tener pesadillas duele, no poder concentrarme. Duele vivir con este miedo,
miedo a salir sola de casa, miedo a las sombras a los ruidos. Pero por suerte
tengo a mi sitio seguro.
Pero no sé cómo dejar de temer, temo a que vuelvan a
aparecer, temo que me vuelvan a dañar, temo que me vuelvan a violar. Aun que
pienso que me lo merezco. Tantas veces temo que me vuelva a pasar.
Hay tantas veces que quiero morirme, quiero desaparecer,
dejar de sentir. Pero lucho sigo dando pasos por todos aquellos a los que quiero,
no tanto por mi sino por ellos.
No sé si alguien le mis divagaciones, pero si es así gracias.
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